El Defender
de Land Rover entierra sus raíces en el lejano 1948, y
a lo largo de todos estos años ha cosechado una merecida
reputación de automóvil offroad tan versátil
como capaz. El modelo vigente data de 2007, y se vende a razón
de 25.000 unidades anuales en todo el mundo, repartidas en un
total de 23 variantes entre las carrocerías corta (90)
y larga (110 y 130), y el desplegable de variantes pick-up, de
cabinas sencilla o doble, techo duro o de lona desmontable
a su disposición.
El nuevo propulsor
turbodiésel common rail 2.2 de 4 cilindros le permite cumplir
con la normativa de emisiones EU 5. Rinde como el 2.4 de origen
Ford al que releva, de modo que mantiene una potencia de 122 CV
a 3.500 rpm y un abultado par límite de 360 Nm a 2.000
vueltas, pero es mucho más refinado y medioambientalmente
saludable (integra filtro de partículas DPF en la línea
de escape). Y es que si bien sus prestaciones vienen a ser las
del anterior bloque, si bien la velocidad punta sube a 144 km/h,
por los anteriores 132.
El coche se
liga a la anterior transmisión manual de 6 relaciones GFT
MT 82, con una sexta larga que permite aminorar gasto y sonoridad
de marcha, y una primera que facilita sortear abultados obstáculos
lejos del asfalto, incluso remolcando y sin necesidad de actuar
la caja tránsfer de reducción montada de serie.
La marca ofrece
dotarlo además de 2 nuevos pack: Comfort Pack, que incluye
aire acondicionado, reproductor de CD con entrada auxiliar, ventanillas
eléctricas y cierre remoto; y Off-Road Pack, que integra
ABS específico y cubiertas MTR, y protección extra
de bajos.
En respuesta
a la demanda de la clientela, la gama añade ahora una tonalidad
negra o beige mate para el capó del Pick-up. Todos pueden
llevar, asimismo, vidrios traseros sobretintados, entre otros.
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